¿Por qué no puedo jugar con mis amigos?

“¿Recuerdan cuando importaban los calendarios”

Con el inicio de verano, mi hijo nos recordó que los calendarios y cualquier sentido de una vida "normal" para él ha dejado de existir. El día se vuelve noche y nos damos cuenta que nuestro hijo, como nosotros, está viviendo en un mundo más virtual de lo que jamás hubiéramos imaginado. Ahora juega con sus amigos usando Facetime, y aunque se esta adaptando bien, extraña jugar con sus amigos. Entonces, cuando nuestro hijo se dio cuenta de haberse olvidado de qué día de la semana era (cosa típica de veranos pasados), nos acordamos de que este verano sería muy diferente: El no tendrá citas para jugar en casa con los compañeros ni pasar la noche con ellos.

Para muchas familias el coronavirus las ha metido en un mundo desconocido, espantoso y a veces solitario. Un mundo en que tienen que navegar experiencias muy diferentes como el aprendizaje distanciado, mantenerse separados de amigos, conocidos y otros que no sean de la familia inmediata, y cancelar planes para viajes u otras actividades como fiestas.

Algunas familias descubren maneras de adaptarse a la nueva realidad mientras que otras todavía intentan responder a la difícil pregunta de “¿Por qué no puedo jugar en casa con mis amigos si ellos lo hacen en sus casas?”

 La respuesta podría parecer complicada, pero se resuelve con algunas sugerencias que proporciono más adelante para facilitar una plática con sus hijos. Primero permítame describir el contexto de esta situación.

Cuando mi hijo le explicó por teléfono a un compañero suyo que no podría

pasar por casa para jugar, el amigo le respondió con,“Tu mamá se ha vuelto loca con este virus.” Mi hijo defendió con orgullo a su mamá y le explicó a su amigo que los casos del virus seguían aumentando. Comoquiera, me sirvió de advertencia clara que los padres deben hablar con sus hijos acerca de las circunstancias muy diferentes de este verano.

 ¿Cómo respondí?

Le expliqué que cada familia tiene el derecho de tomar sus propias decisiones. Por nuestra parte, hemos de respetar—y no juzgar—dichas decisiones. Las palabras claves son no juzgar.

¡Y a propósito, no estoy loca!

Escuché con atención a mi hijo, confirmando sus emociones e inquietudes. Luego le expliqué cuáles eran las opciones para nuestra familia.

Nuestra decisión de distanciarnos físicamente de amigos y familiares se basa tanto en la ciencia como en los datos que nos informan sobre el estado del virus, la facilidad con que se extiende el virus y lo que podemos hacer para protegernos a nosotros y a otros. Por ahora en nuestro país hay un aumento constante de casos del COVID-19. Nuestra tarea es asegurarnos de tomar decisiones socialmente responsables. Esto significa que nos quedamos en casa lo más posible, pedimos comestibles por el internet y mantenemos una distancia mínima de 6 pies durante las pocas visitas que tenemos con vecinos y familia extendida. Nos enfrentamos con una crisis de salud pública; mis inquietudes y nuestras determinaciones no se basan en lo irrazonable. Si usted practica medidas semejantes, sus acciones son razonadas.

 Así que, ¿cómo se habla con los hijos tocante a lo que ellos no hacen mientras que otras familias sí lo hacen?

Pues, ¿si todos tus amigos fueran a saltar desde el punto más alto de un puente, lo harías tú?

Sin repetir el viejo refrán, el mensaje sigue igual. El hecho de que algunas familias se empeñan en actividades pre-coronavirus (jugar con compañeros en casa, jugar a deportes en equipos, reunirse con familiares en grupos), ¡nada de esto significa que tu familia tiene que hacerlo ni tampoco hay que justificar a nadie sus decisiones! Si su hijo se siente curioso, inquieto, frustrado o triste por la determinación de aislarse en casa, he aquí algunas sugerencias para una plática exitosa:

  • Escuchar con atención y confirmar sus emociones.

    • Los niños expresarán una variedad de emociones durante esta pandemia y es importante reconocer cada emoción—aún las que se manifiestan como enojo o pataleta. Los niños más jovencitos no podrán comprender la complejidad del asunto. Si usted quiere apartarlos de ciertas actividades (por ejemplo, los campos de recreo), intente reemplazarlas con opciones más acogedoras (p. ej., explorar el jardín o construir una fortaleza). El hecho más importante es asegurar a los hijos que se les escucha con atención y se aprecia la voz de cada uno. Para niños más grandes vale mucho darles la oportunidad de expresar cómo les afectan las decisiones de ustedes, los padres. A veces es suficiente prestarles atención y darles lugar y tiempo para expresar y describir sus emociones.

  • Centrarse en lo que SI se está haciendo. 

    •  Es valioso mostrar a los hijos ejemplos específicos de lo que sí pueden hacer en vez de describir lo prohibido.

¿Fruto prohibido? ¡No, gracias!

Enumere las medidas positivas que ustedes han tomado. Mencione una compra especial que hicieron a propósito de las circunstancias excepcionales, por ejemplo, una alberca o un trampolín. Tal vez ha sacado la poco usada bicicleta para explorar con los hijos el barrio o la ciudad. Busque maneras de proveer alivio y resistencia al hecho de no tener invitados en casa. A veces es útil componer una lista de todas las actividades que se pueden realizar en casa (p. ej., rompecabezas, juegos de tabla, vídeos y películas, iniciar una tradición nueva). Para niños más grandes, ¡las citas virtuales ofrecen un modo perfecto para socializar y pasar ratos amenos jugando con los amigos!

  • Escoger sus palabras con cuidado. 

    • Vale mucho explicar a los hijos con precisión las decisiones que su familia toma, ya que los niños imitan las palabras y acciones de los papás. Hable directa y sencillamente. Por ejemplo, “Me parece que te sientes frustrada porque no puedes jugar con tus amigas. Por ahora nos quedamos en casa para mantener segura nuestra familia además de otras familias. La familia de tu amiga puede escoger lo que es justo para ellos. Nosotros podemos pasearnos en bicicleta o ver una película.”  En este ejemplo se confirman las emociones de la hija, se expresan sus inquietudes, notando las medidas que se toman entre familia y se ofrecen sugerencias concretas que se pueden efectuar. La meta de este consejo es mantenerse imparcial y ayudar a que la hija aprenda a respetar al prójimo a decidirse por su cuenta, aún cuando no se está de acuerdo con la decisión tomada. El mismo consejo vale también para adultos.

  • Mostrar cariño, bondad y paciencia. 

    •  Todos aprovechamos de atenciones afectuosas. El coronavirus no durará por siempre. Algún día vamos a recordar el tiempo cuando nos quedábamos en casa y creábamos diversos modos de conectar con los amigos. El consejo más valioso que puedo ofrecer es buscar maneras de pasar cada día lo mejor posible—no todos los días resultarán fáciles y divertidos. Unos días se sentirán más pesados que otros. Total, todos podemos proveerles a nuestros hijos amor y apoyo mientras navegamos esta pandemia mundial. Los seres humanos somos seres sociables y el hecho de aislarnos unos de otros puede resultar penoso, especialmente para los niños. Dado tiempo, nuestros hijos comprenderán la gravedad de la situación y la razón por no tener citas en proximidad íntima con los compañeros. Con una abundancia de cariño, bondad y paciencia sabrán que usted toma las decisiones difíciles por la seguridad y el bienestar de ellos mismos y los demás.

Reconozco que disfrutamos de muchos privilegios que otras personas en nuestra ciudad y país no reciben. Tenemos nuestra propia casa, disposición para trabajar fuera de la oficina y recursos económicos estables. Este artículo no propone tratar los desafíos que actualmente encuentran muchas familias que les impide quedarse en casa. En algunas familias los padres se emplean en trabajos que no se pueden llevar a cabo desde el hogar. Otros han perdido el empleo y buscan cualquier manera de pagar las cuentas. Se les exigen a algunos padres volver al trabajo pero les faltan los recursos para pagar cuidado infantil. En otros casos hay solamente una persona para encargarse de trabajar y proveer cuidado infantil. Otros viven en barrios que carecen de recursos adecuados. Finalmente, algunos han pasado por enfermedad o perdieron a un ser querido.

 Aún si no todos tenemos la oportunidad de quedarnos en casa 100% del tiempo, podemos centrarnos en lo que sí podemos hacer: escuchar con atención a nuestros hijos, confirmar sus inquietudes y mostrarles amor y compasión durante un tiempo de gran necesidad.

Un día este virus terminará. Un día.

Aprendizaje en Casa

¿Qué pasará ya que se cancelaron las clases escolares?

Para muchos padres de familia la cancelación de clases escolares provoca emociones de inquietud y frustración, dejándolos con dudas sobre cómo equilibrar su propio trabajo y el de los hijos. Hace poco fui entrevistada respecto al asunto de navegar el aprendizaje distanciado durante este tiempo de distanciamiento social. Para leer el artículo, presione aquí.

No hay nada más importante para el éxito académico de su hijo que su bienestar social y emocional. Reconozco que durante este tiempo difícil, muchas familias no pueden enfocarse en los requisitos académicos de los hijos debido a una falta de recursos o exigencias de trabajo. Tomando esto en cuenta, escribí las siguientes sugerencias para ayudar a los padres a hacer la transición al aprendizaje distanciado.

 Establece Metas y Realistas.

¿Cuántas horas al día debería enfocarse su hija en tareas académicas?

La respuesta sencilla es una cantidad mínima de tiempo. Los niños preescolares deben centrarse en aprender mientras que juegan (por ejemplo, jugando con bloques iluminados con letras, investigando los colores mientras que dibujan). Los niños en primaria deben dedicarse a tareas académicas entre una y dos horas al día, con énfasis en las destrezas ya aprendidas (lectura, hechos de matemáticas) en vez de dar enfoque a materias nuevas. Para los niños, hay un límite a la habilidad de atender a un asunto durante tiempo sostenido. Por eso es importante entender lo que ellos pueden lograr para así ayudarlos a tener éxito. ¿Qué significa esto? ¡Jugar más y menos tiempo frente a la pantalla! Cuando usted prepara el horario semanal, pregúntese cuáles serán unas metas realistas para lograr (p.ej., ¿necesita su hija llenar un montón de hojas de tareas escritas?). Si usted se siente abrumada con todo lo que se espera que hagan, es muy posible que también su hija se siente sobrecargada (¡lo cual resulta en frustración tanto para padres como para los hijos!). Si es demasiado, ¡abreviarlo! La advertencia más valiosa es que, ¡los niños aprenden mejor mediante el juego y la exploración!

Comienza El Día Con Alguna Actividad Física.

El ejercicio promueve endorfinas que ayudan a padres e hijos a combatir sensaciones de depresión y ansiedad. Cuando se ejercita, el cuerpo descarga endorfinas—sustancias que combinan con receptores en el cerebro para disminuir hormonas que crean tensión, y así ayudan a mejorar su estado de ánimo. Intente comenzar su día con un paseo de 15 minutos o un ejercicio para la respiración—¡les proporcionará un día más exitoso!

 ¡Crea Un Horario Que Permite Mucha Flexibilidad!

Los horarios proporcionan un sentido de seguridad para los niños, pueden efectuar una disminución de ansiedad y los ayudarán a comprender lo que se espera de ellos. Las rutinas en casa parecerán diferentes de los horarios acostumbrados en los niveles pre-escolar y académico, pero les ayudarán a padres e hijos a navegar la transición al aprendizaje desde casa. Sin embargo, es importante dejar bastante lugar para cambios. Lo que más importa es observar lo que funciona bien y cambiar lo que no resulta adecuado o útil.

 Menos Es Realmente Más.

Habrá veces cuando usted como madre o padre duda de su habilidad de navegar una pandemia mundial mientras cría su hijo. La realidad es que muchas personas se preguntan cómo lo van a pasar durante este tiempo sin precedente. En cuanto pueda, intente deshacerse del exceso de tensiones y obligaciones. Aunque sea desafiante, será valioso para el estado de salud mental de usted y su familia. La idea de esta sugerencia es lograr pasar su día con resultado feliz, sin presiones innecesarias.

 Trátese Con Bondad.

¿Qué quiere decir el término “cuídese a sí mismo”? Para mí, esta expresión significa que una persona se permite a sí misma y a su hija a reconocer las veces cuando se siente activa y creativa y también aquellas veces cuando tiene poco ánimo. Si usted se siente agotada con todo lo que se le cae encima, dase permiso para apartarse por un rato. Cuando usted comunica abiertamente a su hija la necesidad de tomar un descanso, ¡esto le ayuda a ella a aprender cómo modificar sus propias emociones!

 Conéctese Con Otros Virtualmente.

Las redes sociales tienen gran potencia y son valiosas durante este tiempo cuando no podemos estar en contacto físico unos con otros. Si usted encuentra que las metas académicas de su hijo son un desafío, comuníquese con miembros de su comunidad. Posiblemente un familiar o amigo serviría de apoyo académico para una asignatura que a usted no le guste, o tal vez un conocido entre su grupo social podría compartir una destreza particular (p.ej., un segundo idioma). La clave aquí es buscar recursos disponibles que les ayudarán a usted y su hijo a navegar el aprendizaje distanciado.